sábado, 1 de agosto de 2009

El Puntal

Con este nombre, en Santander, nos referimos a un inmenso arenal, con forma de sable, que está en la Bahía. Se extiende desde la Isla de Santa Marina y los pueblos de Loredo y Somo, en un recorrido de más de 2 kilómetros, y fimalmente penetra, como la punta de una espada, en la Bahía, a no demasiados metros de la playa de La Magdalena, junto a la canal de acceso de los mercantes a la ciudad de Santander.

Tiene dos orillas, la sudoeste que queda enfrente de Pedreña y la nordeste que mira de frente a la ciudad de santander y su bahía. La orilla sur es de aguas más frías al recibir la corriente del Río Cubas que desemboca cerca. Además es de aguas más mansas que el lado opuesto. La orilla Norte es de aguas más templadas pero más bravas, uno parte de la playa en esta zona se llama Las Quebrantas, nombre bastante ilustrativo y que en el pasado fue un lugar donde fueron a naufragar no pocos navíos.

Al Puntal se puede acceder por tierra o por mar. Desde Santander en los meses de verano hay un servicio de lanchas de pasajeros que cubre, cada media hora, los trayectos de ida y vuelta desde la ciudad hasta la playa y viceversa. Por tierra se puede acceder circundando la bahía, desde los pueblos de Loredo y Somo.

Es una playa tan grande, tan impresionante, que da opciones para todos los gustos. A quien le guste la tranquilidad probablemente elegirá la parte nordeste, más batida por el viento pero con una incomparable vista de la Bahía, la península de la Magdalena, la Isla de Mouro y el mar abierto hacia el norte. La parte sur queda para quien busque protección del viento, un fondeadero atestado de barcos en verano y un par de chiringuitos en los que tomar una caña fresquita y las típicas raciones de Santander; rabas, bocartes, almejas, navajas, caracolillos...

A esta playa he ido desde que tengo memoria. Con mis padres. Recuerdo felices y largos días de playa en el Puntal, los baños en la parte norte. Contemplar la salida del Ferry a Plymouth a escasos metros de la orilla. Los paseos hasta Somo con mi madre. Sentarme en el embarcadero de madera a ver los saltos y piruetas de algunos bañistas.

Después, sin saber bien por qué, pasaron muchos años sin volver al Puntal.

Este verano he vuelto a pasear por su arena y, repentinamente, mil recuerdos felices, y perdidos hasta ahora, han vuelto a mi memoria. Mil sensaciones que me han hecho recordar y sonreir. Ahora voy con mi propia familia, mi mujer y Victoria.

Colores, olores, tactos, sonidos, imágenes... La fínísima y cálida arena, el olor a gasolina de los motores fueraborda, la sensación de pisar la seca madera del embarcadero, el roce de las hojas de las plantas en la parte alta del arenal, en las dunas, el olor del viejo chiringuito de madera, el fuerte viento nordeste, la arena fangosa en la orilla sur, el ruido de los motores diesel de las lanchas rojas de pasajeros...
Y lo mejor de todo, por un momento he cerrado los ojos y he podido oir la voz de mi padre explicándome cosas, el olor de mi madre... y me ha invadido una enorme sensación de tranquilidad, de seguridad, de protección.

Ahora ellos ya no están aquí.. pero no importa... Porque sé que cada verano puedo ir al Puntal y cerrando los ojos y dejándome llevar podré reunirme con ellos, sólo un instante, y ver otra vez a mi padre saliendo del mar, alto, invencible, y sentir el tacto suave y cálido de la piel de mi madre mientras me abraza, sentados los dos, mirando al mar.

Tengo que contárselo todo a Victoria.

20 comentarios:

Leni Qinan dijo...

Un post precioso, Fernando. Lleno de sensaciones y sentimientos muy entrañables. Y de paso aprendemos un poco más sobre Santander.
No dejes de contárselo a Victoria.

Bss y buen fin de semana.

Pipón dijo...

Bonito, muy bonito. Es importante para el espíritu disponer de un lugar donde sentir a los que siendo tan queridos ya no estan con nosotros

Fernando dijo...

Hola LeTi...

Supongo que el celu lo has tirado al fondo de un lago....

Y mamá Q?

Fernando dijo...

Gracias, Pipón....

¿Cómo anda el Tiranopapo? ¿Navega mucho?

Leni Qinan dijo...

Hola Fernan, he tirado el celu al río Manzanares y me he divorciado del boss después de 13 años de relación laboral.

Tras el verano, me esperan mes nuevo, jefe nuevo y un poco de tranquilidad para mi body.

Mamá Q bien, gracias. Ahora está con Auntie Q practicando el dolce far niente en la Costa Brava.
Yo me voy el martes a mi periplo europeo, pero me llevo el portátil para no dejar mi vieja y sana costumbre de escribir/bloguear/navegar por las noches. Pasaré por aquí, desde donde me lo permita la técnica.

Un gran beso!

Fernando dijo...

Me alegro de lo de la Sra. Q.

Disfruta tus vacaciones, ya nos contarás.

MUA

Leni Qinan dijo...

¡Ostras, foto nueva! ¡qué guapo! ;)

Jota dijo...

Como estas cosas creo que ya no las cuentas en la taberna...debo pasarme por aquí para leer cosas tan entrañables. El tono y un poco el tema me han recordado a mi poeta favorito, Andrés Trapiello y su maravilloso poema "Flores, Galas".
¡ Y deberían nombrarte embajador de Santander !
Todavía no sabe Victoria la suerte que tiene.
Desde Zaragoza, un abrazo del cofrade THOMAS KEEFER

Fernando dijo...

Muchas gracias, Thomas.

Si vienes... ya sabes. Un abrazo.

Una Bruja... dijo...

usted y si vida de ensueño...espero que retomemos el Sour!.
Un abrazo

Fernando dijo...

Como no retomar ese Sour que tenemos pendiente, querida y respetadísima bruja. Cuando Usted quiera...

Leni Qinan dijo...

Hola otra vez, de viaje todavía. Ahora estoy en Bélgica, pirateando una red desprotegida -fíjate de lo que soy capaz por venir a visitarte!-.

Bromas aparte, he podido admirar la fuerza de Mar del Norte, ríos, llanuras, dunas, montañas...

Un beso muy fuerte desde Lieja, en unas vacaciones muy marítimas. Hasta he subido en ferry 2 veces!

jometr dijo...

que maravilla de blog,me lo recomendo algun hermano y lo sigo cada vez que puedo,nosotros veraneabamos de pequeños en carranza,vizcaya, y navegabamos en la isla de la torre ,en fin,es un enorme placer conocerte fernando aunque sea por estos mundos virtuales,nosotros tb navegamos,un afectuoso saludo.

Fernando dijo...

El placer es mío, José. Saber que hay personas a las que les gusta lo que cuento me pone muy contento.

Tienes que contarme más de donde navegas,qué tipo de navegación haceis, etc.

Muchas gracias por tu visita y tus amables palabras. Un saludo a tí y tu familia.

Un abrazo.

jometr dijo...

Soy novato en esto de los blogs,en general, de los pc,moviles, etc aunque imprescindibles por desgracia.Vivo entre Mazagon(Huelva) y Sevilla.Ahora he vuelto a los principios y navego en vela ligera tuve un fc 8.Soy andaluz,pero muy unido a vuestra tierra, gran parte de la infancia y juventud la he pasado por alli.En Santander tengo familia pero hace años que no consigo ir,por cierto el mundial de j 80,que pasada.Bueno que me enroolloo,estamos en contacto, un placer Fernando.

Paris Quelart Budó dijo...

Yo estuve en Santander y me pareción una ciudad preciosa.
Espero visitarlo de nuevo algún día, si las piezas del rompecabezas encajan.

Lydia dijo...

Que bonito ese recorrido por la bahía de Santander, que es por cierto, una de las más bonitas del mundo... si es que la tierruca...

Yo recomiendo la playa del Puntal, porque además el paseo en barco hasta ella es una maravilla...

Fernando dijo...

Muchas gracias por tu visita, Lydia. Cuando quieras pasear por la bahía... ya sabes.

charli dijo...

No sé si será una facultad muy extendida pero, personalmente, no hay nada que me resulte más evocador que los olores. En ocasiones te asaltan recuerdos muy vívidos sólo con la percepción de un aroma. Es una gran suerte pode disfrutar de esta característica.
Estupenda la imagen de tu padre saliendo de la mar. Enhorabuena por haberlo podido recuperar aunque sólo haya sido por un momento. Estoy convencido de que, si hay una vida más allá de la que pasamos pisando el suelo, sólo se extiende hasta que el último de los que lo pisan haya perdido nuestro recuerdo.
En otro orden de cosas, veo que has recuperado una cierta actividad, navegatoria y "escritoria". Por mi parte he tenido la suerte, una vez más, de poder navegar por ese Mediterráneo que, si bien diferente a nuestro mar, también tiene su encanto y, sobre todo, es muchísimo más cómodo.
Espero, ahora que he vuelto de vacaciones, volver a compartir una navegada. Saludos y reitero mi enhorabuena por esas evocaciones.

Fernando dijo...

Charli, estoy de acuerdo contigo en el tema de los olores.

Me alegra sabre que me lees y más de comprobar que me entiendes.

Espero que, más pronto que tarde, compartamos singladura.

Un abrazo.